
Este sábado es la cursa de la festa major de mi ciudad, Terrassa. Así que con la intención de hacer un papel digno dentro del estado de forma que uno tiene en el mes de Julio, y después de llevar tiempo dando prioridad a la bici, he intensificado la calidad esta semana.
Hemos salido puntuales Toni, Juanan y yo a hacer un entreno más exigente que los que últimamente venimos haciendo, y es que el no tener objetivos claros hace que uno se relaje y pierda la capacidad de sufrimiento.
Así que con el sol como testigo y con una temperatura por encima de los 30º hemos empezado con dos kilómetros suaves para seguir con 5 fuertes en torno de 3:45-3:50. Juanan nos hacía de liebre, y es que este es su ritmo de maratón. Mientras Toni y yo ibamos más apurados a medida que los kilómetrios avanzaban.
Al final hemos parado el crono con una media de 3:49, nada del otro mundo pero a la vez complicado por las condiciones meteorológicas.
La vuelta cada uno como ha podido buscando la ducha como un oasis en el desierto.
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